Ideas robadas

ideas robadas

Aunque comience esto tirando piedras a mi tejado, la realidad es que mis ideas no son mías, porque en el fondo no existen ideas propias.

La primera vez que escuché este planteamiento fue en un debate sobre capitalismo versus socialismo, defendido por tres panelistas en cada bando, y que recomiendo ver (enlace aquí).

Uno de los defensores del socialismo expresaba justo eso que digo arriba: ninguna idea es propia. Él lo ilustraba diciendo que nadie despierta un día con un montón de creencias y concepciones perfectamente definidas que algún ser divino ha puesto en su cabeza, sino que todo es resultado de ideas de otros que tomamos para nosotros.

Creo que aquel hombre no podría estar más en lo cierto y eso me dejó pensando un rato.

Después vino un librazo, Roba como un artista, que me reforzó la idea (de que no tengo ideas).

Habla un poco de lo mismo, aunque lo enfoca desde un punto de vista artístico. Los pintores se inspiran en otros pintores, los escultores en otros escultores, los escritores… Bueno, creo que va quedando claro. Cualquier persona que se dedique a crear, sea lo que sea, eventualmente debe robar.

Esto pasa también en los negocios o en la moda, por mencionar ejemplos concretos, pues tenemos mucho tiempo existiendo como para que surja algo realmente nuevo por ahí.

Entonces, ¿qué toca?

Pues ser más listos.

Coger las ideas de otros, juntarlas de una forma diferente y hacerlas mejores.

Ahí tenemos a Jeff Bezos, que revolucionó el mundo de las ventas minoristas, o a Reed Hasting, que hizo lo propio con la industria cinematográfica. Pero la verdad es que sus ideas de negocio partían de cosas ya existentes. Los libros ya se vendían en tiendas y Amazon cambió la forma de distribuirlos, mientras que las películas ya se alquilaban en formato DVD, pero Netflix las puso al alcance de todos en un extenso catálogo y sin salir de casa.

Lo del “todo está inventado” me pasó también con esta web.

Hay N cantidad de webs sobre negocios de moda y N+1 de copywriters ofreciendo sus servicios en internet. Ni hablemos de los blog personales, que si los listamos se nos va la vida en ello.

Al final no estoy haciendo nada nuevo, salvo tomar tres ideas existentes y explotadas hasta la saciedad, juntarlas y convertir el resultado en algo mío. Lo único diferente aquí soy yo, pero ya es suficiente, porque justo de eso se trata.

Las ideas son cuestiones abstractas y poco definidas hasta que las hacemos nuestras. Basta con tener un tilín de nuestra esencia para convertirlas en algo más, y así, quien quiera robarla después, tenga que esforzarse y añadirle también su propio toque. Y eso está bien.

Lo bueno de las ideas es que no tienen limitaciones de uso, y una sola puede convertirse en mil. Por eso, de momento, seguiré dándole forma a estas ideas robadas. Con suerte, será una forma mejor y más interesante, pero aunque no sea así, sin duda será la mía, y con eso me daré por satisfecha.

¿Me cuentas ahora tus mejores ideas robadas?

¿Qué hay por aquí?

  • Personal
Ver más

End of Content.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.